Sabéis ese tipo de pique entre personas, no diría sano pero no del todo dañino, que te permite llevarte bien aunque ambos sabéis que nada te alegraría más que ganarle al otro. Es un poco secreto para nadie, igual que cuando hay tensión sexual no resuelta, pero mal.
Esto pasa entre empresas también. Hace unos cuantos años competíamos en el mercado de los mapas Carto y Mapbox. Las dos con un origen similar, haciendo algo muy parecido y peleando por los mismos clientes. Lógicamente siempre decíamos que “no competíamos” pero la realidad es que el pique era evidente y cuando una empresa te dice que no compite con otra es que en realidad compite y además está perdiendo.
El pique entre empresas pasa porque la gente dentro está picada, es más que obvio. Además suele ser un tema de testosterona que no beneficia a nadie. Y allí estábamos unos cuantos españolitos picados con unos americanos claramente más listos y más valientes que nosotros. Intentábamos emularles, nunca nos salía tan bien, jugar al juego de otro nunca sale.
Al caso, que me lio. Años después, una vez me di cuenta lo estupido que fui, escribí a uno de aquellos americanos, ya los dos fuera de las respectivas empresas, con el que estaba enganchadísimo para preguntarle como hacían para ser tan putos amos, como cuando el segundo felicita al ganador y de paso deja caer un “cómo lo haces?”
Fui directo y le dije “os teníamos envidia, como lo hacíais <hijos de puta>” y aunque esta última parte no la dije, añade el necesario resquicio de envidia que aún siento. No se si sorprendentemente o no, el tío me contestó con una transparencia asombrosa, como si nada hubiese pasado, se ve que ellos no estaban tan picados. Primera lección: hacían lo que les daba la gana sin mirar a los lados, por eso ganaban.
Me comentó algunas cosas que en realidad nos habían pasado a nosotros también, errores (que nosotros vimos como súper aciertos), etc pero la parte más importante es que no les importó tirar lo que no funcionaba. No miraban atrás.
Me voy a parar un momento aquí a definir que es algo que no funciona. A veces, especialmente cuando tienes mucho dinero, te da la ventolera y piensas que algo va a funcionar. Te pones, metes 400 mil euros en personal+AWS y lo pones en producción. Todo el mundo a tope, the next big thing, esto va a ser la polla, imparables. Yo cada vez que lanzo algo escribo al concesionario de Porsche para decirles que vayan calentando. Al cabo de 3 meses tienes 12 clientes pagando lo suficiente poco para que no rente pero no llega como para distinguir la señal del ruido.
Te agarras a un clavo ardiendo porque has metido en un embolado a media empresa y al cabo de unos meses muere por sus propios medios, dejando eso si, un legacy que tienes que mantener por esa docena de clientes. Y tu como un gilipollas mirando (y peleando por) esos $200k de ARR que no te van a solucionar nada (en el contexto de una empresa con inversión de VC, claro)
Y ahí es donde ellos fueron valientes y tiraron abajo, haciendo un pelín de daño inevitable a algunos clientes, lo que no había funcionado.
Probaron, no funcionó, a tomar por culo.
Sabían que o encontraban la forma de hacer que la empresa funcionase o daba igual. Y si vas a tomar una decisión, las medias tintas nunca funcionan. Que fácil parece hacer esto, qué difícil es.
Del mismo modo que a veces tus clientes cambian de proveedor, a veces a ti te toca cambiar de clientes. De hecho, este año he aprendido mucho de lo de tomar decisiones firmes de alguno de nuestros clientes que han decidido no mirar atrás.
Me ha encantado, lo he vivido y lo comparto totalmente Javi. Solo me he quedado con ganas de conocer cómo llegar a tomar la decisión, con algún tip o insight de cosecha propia, que ayude en esta decisión tan difícil.