Mis libros favoritos
Muchos libros pasan por una vida pero muy pocos se quedan. No tenía una lista y para ser un personaje notable hay que tener una, así que ahí va, estos son los que me han marcado de una u otra forma:
Los cómics de “Asterix y Obelix” Uderzo & Goscinny . Me encantaba la historia de unos señores muy raros ganando a los grandes con su fórmula mágica, sin mucha organización, sin teatro, sin ser muy sofisticados. Me quedaba siempre impresionado como con dos trazos eran capaces de definir un movimiento y una expresión. Durante una época quise ser dibujante de comics, gané un premio pero luego me di cuenta que no era lo mio.
“El universo” de Isaac Asimov: lo leí cuando tenía 16 años o algo así. Era un libro de bolsillo que tenía las páginas ya amarillas en los bordes. Lo empecé a leer buscando respuestas, tuve una crisis importante al darme cuenta de que no podía explicar en qué lugar estaban los humanos, no podía entender (y sigo sin hacerlo) que el universo sea “infinito”. Me quedé alucinado con las explicaciones de cómo hace ya unos miles de años eran capaces de medir distancias interplanetarias con palos, matemáticas básicas y mucha inteligencia (los fundamentos siempre son un buen fondo de armario) No encontré la respuesta a lo que buscaba.
“Historia del tiempo” de Hawking: lo leí después del de Asimov me reventó mi adolescencia con el tema de la demostración que hace de que Dios no puede existir. Tampoco encontré la respuesta.
“The pragmatic programmer” David Thomas & Andrew Hunt: es de los mejores libros de programación nunca escritos, atemporal, buenos consejos, al grano. Cuando lo lei consiguió dar sentido a muchas de las cosas que instintivamente creía.
“The ghost in the wires” de Kevin mitnik: el libro no dejan de ser anécdotas pero me marcó el hecho de ver que ilusos y controlables somos los humanos.
“Grushenka· (Anónimo): un libro erótico que vaya usted a saber cómo cayó en mis manos pero era, desde luego, menor de edad. No se si lo leí demasiado pronto o demasiado tarde. No recuerdo tampoco si era un buen libro o no, pero me dejó especialmente marcado. Debe ser como un chaval de 13 años que encuentra PornHub (aunque seguramente el libro es un poco más real) por casualidad.
“How to build a car”, Adrian Newey: me encanta la tecnología llevada al extremo y en cierto modo me recuerda a mi carrera profesional (salvando las distancias, tristemente). No deja de ser una biografía que si no te gusta la F1 seguramente pierda el 90% del encanto, pero puede ser interesante aunque no la sigas.
“Visual display of quantitative information”, Tufte: si escribo un libro sobre datos (y no lo descarto) me gustaría que fuese así. Es un libro de teoría y fundamentos, bien escrito, buenos ejemplos y encima en con edición física brutal. Bueno, quizá mi libro sería una mezcla entre este y “The laws of simplicity” the Maeda.
“Getting real”, DHH & Jason Fried: me lo leí cuando estaba en pleno apogeo con Agroguia (una empresa que fundé hace 18 años) y que resonaba cada párrafo que leía. Un poco desactualizado pero el mejor libro si estás haciendo el 0 a 1 de una empresa. Aviso: soy muy fan de 37signals y eso puede que este libro tenga una evaluación un tanto inflada
“Creativity inc” Amy Wallace and Edwin Catmull: es el mejor libro de gestión empresarial nunca escrito y de paso te cuenta una historia increíble. Me ha marcado especialmente porque Toy Story tuvo un impacto grande, pensar en cómo era posible hacer algo en 3d con un PC era magia (aún no sabía nada de programación en aquella época). Leer la historia lo hace más épico si cabe. La frase del libro:
Getting the team right is the necessary precursor to getting the ideas right. It is easy to say you want talented people, and you do, but the way those people interact with one another is the real key. Even the smartest people can form an ineffective team if they are mismatched.
“The baby owners manual”, Louis Borgenicht M.D, Joe Borgenicht : ayudó a calmar la ansiedad de tener un ser a tu cargo los primeros días de su vida y hay pocas que ayuden más en ese momento. La mejor parte es que te enseñan cómo hacer un burrito con tu bebé, mano de santo.
Seguramente haya más, algunos libros del instituto los recuerdo con especial cariño, algunos que te han regalado, otros que nunca terminaste porque te daban vergüenza ajena (como 4-hour-work-week), los que te compraste pero que nunca vas a leer o los que te gustaría que te gustasen (como la novela o los clásicos en mi caso)